Juntamente con el salón y el cuarto de baño, la cocina es la estancia más reformada en cualquier vivienda. El ritmo de vida actual y el consumo ascendente fuera del domicilio no han impedido que los inquilinos y propietarios de hoy pasen horas y horas al día en esta habitación, sobre todo si hace las veces de comedor o está comunicada con el salón principal (así sucede con las cocinas abiertas, por ejemplo).
Aspectos como la iluminación deben considerarse al acometer una reforma de cocinas vigo u otro municipio. Si las ventanas disponibles no proporcionan la luz natural suficiente, será necesario habilitar otras u optimizar las existentes para reducir el gasto eléctrico. La instalación de luces LED y de bombillas de bajo consumo es el siguiente paso a seguir.
El aprovechamiento del espacio disponible es un objetivo básico en cualquier reforma. Por grande que sea una cocina, nunca será suficiente, y maximizar sus posibilidades es un deseo lógico. Este logro puede depender de la apertura de vanos, el derribo de tabiques y otras obras que no requieren una inversión económica tan elevada como pueda imaginarse.
Por otra parte, una reforma es una oportunidad única para renovar los materiales de muebles, campanas, frigoríficos, placas de cocción, etcétera. Si la cocina acumula más de una década de antigüedad, será necesario adoptar medidas drásticas en este sentido. Pero esto no debe percibirse como una obligación, sino como una oportunidad; por ejemplo, para implementar esa encimera de mármol o de acero inoxidable que siempre se ha deseado.
Respecto al mobiliario, la ampliación de una cocina mediante el derribo de tabiques habilitará nuevos espacios donde situar despensas, estantes de menaje, alacenas, zócalos y otros muebles útiles en esta parte de la vivienda. En cualquier caso, debe respetarse un espacio mínimo para facilitar el tránsito y el necesario bienestar para los ocupantes de la cocina.