Combinar dos de nuestras grandes pasiones fue el objetivo cuando abrimos aquel local. Nos gustan mucho los libros, leerlos, hablar de ellos, incluso editarlos y tal vez algún día también escribirlos. Pero también nos gusta el vino, es el vicio confesable de mi socia y yo. ¿Por qué no abrir una librería que fuera también vinatería? O dicho de otra forma: una vinatería que fuera también librería. Un lugar en el que leer (y comprar) libros mientras se toma un buen vino, un espacio en el que charlar sobre literatura, lo divino y lo humano.
Habíamos visto sitios de este perfil en alguna gran ciudad, pero no en nuestra pequeña localidad de provincias. Pero eso fue lo que más nos impulsó: romper un poco con la tónica habitual de negocios hosteleros de la ciudad: restaurantes, pubs y cafeterías, no había lugar para algo un poco más transversal. Y eso exactamente era lo que queríamos. Y nos lanzamos a promocionar nuestra idea desde antes incluso de su apertura.
Desde folletos hasta Imprimir autoadhesivos personalizados: invertimos bastante dinero y esfuerzo (sobre todo lo segundo) en que todo el mundo estuviera al tanto de lo que teníamos entre manos. Sabíamos que si cuidábamos la imagen del local y de toda su publicidad ya tendríamos bastante ganado. La cuestión al principio es llamar la atención y que te vengan a visitar: al menos así te conocen y pueden juzgar.
Y la sorpresa fue mayúscula en las primeras semanas porque tuvimos mucha gente que quiso venir a conocer nuestra ‘libretería’. Lo cierto es que no quisimos caer en la euforia porque algunos amigos de otras ciudades que tenían negocios similares nos habían dicho que al principio todo puede ir sobre ruedas, pero en unos meses se puede notar un bajón.
Nosotras intentamos mantener el local siempre en activo con diferentes actividades y siempre manteniendo la promoción. Le cogimos el gusto a Imprimir autoadhesivos personalizados y casi todo el barrio acabó teniendo uno de nuestros adhesivos pegado en alguna parte. Así nunca se les olvidaría que estamos a la vuelta de la esquina con nuestros libros y nuestros vinos.