La obsesión con el corto 

Es un viejo amigo del instituto, un poco plasta, pero amigo, al fin y al cabo. Siempre compartimos afición por el cine y hablábamos mucho en aquella época sobre lo que íbamos a hacer cuando fuéramos directores de cine… Delirios de juventud, pensábamos también, pero no era cuestión de tirar por tierra nuestras propias ilusiones. Recuerdo que ya por aquella época a mi amigo Julio le gustaba escribir historias que luego me pasaba a ver qué me parecían.

Yo nunca quise ser cruel, pero no encontraba que al chaval se le diera muy bien escribir guiones visuales. Tampoco es que yo tuviera mucha idea así que lo dejábamos correr. Luego separamos nuestros caminos. Sé que él estudió Magisterio mientras que yo sí quise llevar mi afición por el cine a un nivel más serio y cursé estudios oficiales. Recientemente acabé un Master en dirección de cámara en Madrid y ya voy encontrando trabajos interesantes en la industria.

Tal fue mi sorpresa cuando, casi diez años después de la última vez que hablé con Julio, se puso en contacto conmigo por redes sociales para ver qué le parecía un ‘proyecto’ que tenía entre manos. Se trataba rodar un viejo guión para cortometraje que tenía de la época del instituto… Cuando me lo pasó no me lo podía creer: recordaba aquella historia que apenas tenía variaciones con respecto a lo que había escrito siendo un chaval de 16 años. Lo cierto es que ahora la veía de otra manera, hasta tenía su punto naif: una especie de historia fantástica ambientada en un bosque, bastante influida por el rollo Tim Burton o Peter Jackson. Pero de ahí a rodarlo había un trecho.

Sabiendo con yo tenía formación específica y un Master en dirección de camara en Madrid me pidió ayuda para conseguir colaboradores para el proyecto. Conmigo ya contaba casi sin preguntarlo. Me aseguró que los costes correrían de su cuenta pero que necesitaba gente con conocimientos técnicos y algunos actores, aunque fueran semiprofesionales, para llevar a cabo el corto. Era la ilusión de su vida… No hacía falta que lo jurase. Y me convenció. Nunca se sabe: a lo mejor nos sale una obra única de este bizarro proyecto.

Entradas relacionadas