5 problemas frecuentes tras un robo en casa

Tras un robo en casa, son muchos los que piensan en instalar puertas blindadas Vigo, pero lo ideal sería que no tuvieran que pasar por la mala experiencia de que les entren en el hogar para protegerlo debidamente. Un robo en casa implica mucho más que una pérdida material. Te contamos cuáles son los problemas más frecuentes tras pasar por un disgusto así.

  1. ¿Qué me falta? Es el primer problema tras un robo, saber exactamente qué es lo que falta. Y cuando la casa está “patas arriba” puede ser complicado darse cuenta de todo lo que ya no está. En un momento de nervios como ese, es importante tratar de mantenerse fríos y hacer listas con todos los objetos de valor para poder incluirlos en la denuncia y en los papeles del seguro del hogar.
  2. Papeleos. Los papeleos tras un robo pueden ser interminables: denuncias, seguro y, en algunos casos, conseguir duplicados de documentación que puede haber desaparecido.
  3. Casa inhabitable. Si hay algo peor que el hecho de que roben es cuando, además, destrozan tu hogar. Algunos ladrones, en su afán por encontrar joyas o dinero escondidos, rasgan colchones y rompen muebles hasta el punto de que la familia tiene que irse a un hotel hasta que pueden ordenar la vivienda y sustituir los muebles que se han roto.
  4. Secuelas psicológicas. El hogar tiene que ser ese espacio seguro, el refugio en donde nos sentimos nosotros mismos y a gusto. Cuando alguien entra en nuestra casa sin consentimiento y de forma violenta, hace que perdamos esa sensación de seguridad y de intimidad. Por eso, muchas personas necesitan ayuda para superarlo, especialmente en los casos en los que el robo se produce con el propietario en el interior. En el caso de los niños, un robo puede hacer que sientan miedo y se vuelvan inseguros, llorando por la noche o no queriendo quedarse solos en una habitación.
  5. Seguridad. Una vez que te han entrado en casa es muy complicado que vuelvas a sentirte seguro. Por eso, la mayoría de los que tienen este tipo de experiencias acaban comprando una puerta blindada pero también recurren a otras medidas de seguridad. Es habitual acabar gastando mucho más de lo que se habrían gastado inicialmente y que, en la mayoría de los casos, hubiera sido suficiente para evitar el robo.

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