Los consejos de tu distribuidor

Cuando tratamos de vender un producto a nuestros clientes, para evitar disgustos, es necesario que este disponga de la misma calidad que cuando nos llega a nuestras manos. De esta forma, estaremos exigiendo un pago justo por el mismo y también estaremos siendo más honestos con nuestros clientes. Cuando se trata de un producto de hostelería, este concepto es todavía más importante. Si, por ejemplo, estamos tratando con un Proveedor de aves congeladas para hosteleria, es estrictamente necesario seguir al pie de la letra sus consejos para poder conservar estas aves y que, a la hora de cocinarlas o venderlas directamente, se encuentren igual que su estado de origen.

 

El cuidado en la manipulación de los productos

 

Precisamente por esto, nos deberemos de asegurar que los empleados con los que tratemos cuenten con los conocimientos necesarios, por ejemplo, con el curso de manipulador de alimentos.

 

Algunos productos en concreto, sobre todo los productos congelados, cuentan con unas instrucciones específicas de preparación que nos obligan a llevar a cabo paso a paso, para conseguir una textura o un sabor determinados. Si rompemos la cadena del frío, si no sabemos como preparar el alimento o lo descongelamos de la forma incorrecta, seguramente nos encontremos con variaciones que en un primer momento no estaban concebidas.

 

En el fondo, evitar todo esto es muy sencillo. De la misma manera que leemos las etiquetas de la ropa para saber a que temperatura debe de estar el agua para lavar la prenda o tener en cuenta diferentes aspectos, tenemos que seguir estas instrucciones de nuestro distribuidor para poder disfrutar exactamente de lo que estamos comprando.

 

En definitiva, los productos congelados son estupendos para poder disfrutar de platos de calidad en el momento en el que lo necesitemos, ya que, por su naturaleza, podremos conservarlos durante mucho tiempo.

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