Una despedida de soltera original y única

¡Cómo han evolucionado las despedidas de soltera! Antiguamente, eran una reunión entre la novia, la madre, la futura suegra y otras mujeres de cierta edad en las que se le explicaban los misterios de la vida y los secretos del matrimonio a la inocente casadera. Más tarde, evolucionaron hasta convertirse en una mala copia de las peores despedidas masculinas, con boys cutres y adornos a modo de diadema que es mejor obviar.

Por suerte, estas modas están quedando atrás y ahora se llevan otro tipo de despedidas mucho más agradables y que además, es posible recordar sin morirse de vergüenza. Las experiencias con amigas son la alternativa más atractiva para despedirse de la soltería sabiendo que no se renuncia a volver a disfrutar con las chicas siempre que se quiera.

Una de las experiencias más solicitadas es la de spa y mimos. Una tarde con las amigas disfrutando de una sesión de spa, un masaje y una copa en un salón de lujo mientras se arreglan las uñas es una manera de pasar un día muy especial y de dedicarse tiempo a una misma, algo que muchas veces olvidamos. Muchos hoteles ofrecen paquetes muy diversos para poder escoger y a precios muy bajos.

Pero no es la única alternativa. Hay muchos tipos de novias y también están las amantes de la naturaleza. Con navieras islas cies se pueden reservar los billetes para ir a pasar un día a las islas más bonitas de Galicia y disfrutar de una convivencia en la naturaleza, realizando una divertida ruta de senderismo y, en temporada alta, comiendo en el restaurante del camping previa reserva. Incluso se puede acabar la tarde en la playa, con sol y mar antes de tomar el barco de vuelta, darse una ducha e irse a cenar todas juntas.

Otras novias son más amantes de la gastronomía y prefieren una cena en un Parador de Turismo o en un restaurante de lujo, quizás a con alguna estrella Michelín o con un cocinero famoso a los fogones. Un menú degustación para disfrutar con las más íntimas puede ser una manera estupenda de agasajar a la novia y también hacer algo que, normalmente, no nos permitimos hacer pero que nos encanta. Si la novia es una amante de la cocina de firma, no va a olvidar jamás este regalo ni quienes han conseguido que se hiciera realidad el sueño.

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