Durante un tiempo estuve sin seguro médico privado y no fue una experiencia demasiado exitosa. Antes de eso, pasé bastantes años con seguro privado de salud. Mis padres los tenían por sus trabajos y yo me acostumbré a usarlo. Y cuando te acostumbras a lo bueno, es difícil dejarlo. Pero me vi obligado a cancelar mi contrato por cuestiones económicas. Fue una época de vacas flacas y tuve que eliminar gastos no esenciales. Mi equivocación fue considerar el seguro médico privado como un gasto ‘no esencial’.
Y así fue como empecé a estar sin seguro privado y comprobé que las cosas no iban a ser tan fluidas como antes. En principio, tuve suerte porque apenas me puse enfermo, y las pocas veces que lo estuve fui al médico de cabecera y todo fue bien. Lo cierto es que nadie creo que dude a estas alturas de la excelencia de los profesionales de la salud pública en nuestro país. El problema no está en ellos, sino en el sistema que hace tiempo que no funciona como debería.
Sin entrar en demasiados detalles, diré que tuve un problema de salud un poco más complicado y los tiempos de espera para encontrar un diagnóstico y a partir de ahí un tratamiento fueron inaceptables. Así fue como empecé a pensar en buscar Seguros de salud privados adeslas. Como mi panorama económico se había aclarado un poco, estaba en condiciones de volver a tener un seguro privado de salud. Como sabemos esto tiene un coste, pero los beneficios compensan de sobra, al menos en mi experiencia porque he vivido las dos situaciones: con y sin seguro privado.
Al final, ya digo que no se trata de una cuestión de encontrar a mejores profesionales, ya que en los dos ámbitos puedes encontrar lo mejor, sino en el tiempo y en la calidad del servicio. A estas alturas, ya nadie quiere esperar varios meses para visitar un especialista porque nunca se sabe cuál puede ser la gravedad de una dolencia. Así que yo prefiero sentirme seguro con una cobertura privada.