Cada año, al llegar diciembre, comenzamos a recibir regalos publicitarios de muchos comercios o empresas con las que trabajamos. Es algo tradicional en Navidad y uno de los más sencillos, pero también de los más esperados es el calendario.
Incluso en esta época en la que la tecnología lo invade todo, el calendario tradicional conserva su espacio. Tener uno en la cocina es algo que ha pasado de generación en generación y sigue manteniendo vigencia. En ese calendario se anotan las citas importantes de toda la familia, como médicos, clases particulares etc. Así, de un solo vistazo, se sabe lo que hay previsto no solo para la semana sino para todo el mes.
El calendario es un regalo muy fácil de realizar para cualquier comercio, ya sean los de pared ya sean los pequeños calendarios de bolsillo, en los que marcamos las cosas de carácter más personal y que nos permiten un vistazo rápido mucho más cómodo que mirar la agenda del teléfono. Además, imprimir calendarios publicitarios es bastante económico y se pueden realizar un gran número de ellos, para contentar a todos los clientes, sin tener que llevar a cabo una gran inversión.
Los clientes van a agradecer el detalle y podrán escoger entre un calendario de pared y uno de bolsillo o incluso entre diferentes calendarios de bolsillo según la imagen que más les guste. El comerciante no solo va a quedar bien sino que se garantiza que su publicidad estará presente durante todo el año en el hogar de cada cliente.
Hay determinados sectores en los que los calendarios no se regalan en diciembre, sino en septiembre. Un buen ejemplo son los sectores dedicados a la enseñanza. Los llamados calendarios escolares van desde septiembre hasta junio y son ideales tanto para maestros como para alumnos así como para todo el personal que trabaja en educación. También los padres agradecen un calendario de este tipo, especialmente si vienen marcadas de antemano las fechas de los festivos escolares de todo el año. Así, podrán planificar mucho mejor su vida familiar.
Los calendarios escolares suelen ser regalados por editoriales y sindicatos de la enseñanza, pero también por librerías especializadas en la venta de material escolar y que tienen muchos clientes relacionados con este mundo. Una manera de tenerles en cuenta que siempre va a ser vista de forma positiva por quienes acuden a comprar el material para el colegio.